domingo, 14 de septiembre de 2014

Códigos curiosos


En esta entrada intentaremos recoger algunos códigos curiosos, algunos vigentes y en uso, aunque en poder de unos pocos iniciados, y otros que la tecnología o el paso del tiempo han desplazado y ahora se intentan recuperar. 

Empezamos con un juego . Si eres jugador habitual  sabrás que en el mus, un juego de parejas, hay que saber en qué momento preciso hay que enviar la información a tu compañero intentando que tus contrincantes no lo vean. Las señas que debes saber para jugar al mus son las siguientes. 


En el restaurante, debes saber que además de informar a los camareros de forma oral sobre  si hemos acabado, si ya queremos pasar a otro plato... la disposición de los cubiertos en un plato puede dar esta misma información en caso de que nos hayamos ausentado de la mesa por algún motivo.


A finales del siglo XX se puso de moda el uso del abanico en reuniones sociales para que las damas pudiesen enviar mensajes a distancia a sus pretendientes sin que se percataran las "carabinas" que sus madres enviaban para preservar su virtud. Cambiando la abertura, la posición, la mano en la que se colocaba el abanico, se podían enviar una gran variedad de mensajes que puedes ver  en esta entrada del blog fashion hand fans, de donde hemos sacado la ilustración que puedes usar para empezar a practicar el lenguaje de los abanicos. 







En Argentina, donde el consumo de mate está muy extendido, su uso es muy parecido al del abanico que hemos visto anteriormente:  las jóvenes usaban esta infusión para 
transmitir información a sus pretendientes cuando iban a visitarlas, pues el decoro y el recato las obligaba a ser modosas y no hablarles directamente. Pero, por ejemplo,  si añadían canela a la bebida, mostraban interés en el muchacho, mientras que si éste, al beber, notaba que estaba frío o se le había añadido limón, mejor era que se buscase otra conquista. Si quieres saber más, puedes consultar esta entrada


No todos los códigos tienen una finalidad positiva. Los ladrones se comunican entre sí acerca de las posibilidades que tiene una vivienda para ser atracada dejando estas señales en sitios poco visibles, pero ellos saben donde buscar. ¡Cuidado si debajo de tu timbre o de tu ventana encuentras alguno de estas señales!






Si eres de las personas a las que le gusta regalar flores, la próxima vez que lo hagas no pienses sólo en si te gusta o no el color o el tipo de planta o con qué hojas de árbol lo combinas,  porque puede ser que el destinatario de tu ramo sea una de las escasas personas que conoce el Lenguaje de las flores y puede interpretar equivocadamente tu regalo. Con unas begonias- que significan cordialidad- o unos lirios, -que simbolizan saludo. puedes estar tranquilo, cosa que no sucederá si regalas girasoles, que simbolizan amor descontrolado que hace del ser amado el centro de  la vida, o jacintos púrpuras, que transmiten la idea de tristeza.






Si bien hasta ahora nos hemos limitado a enumerar ejemplos de códigos que se perciben por medio del canal visual, no todos los códigos se perciben por este sentido.  Entre aquellos cuyo canal es el auditivo destacaremos dos: el lenguaje de las campanas y el silbo gomero.

El lenguaje de las campanas es mucho más complejo de lo que podríamos sospechar. De hecho, está controlado por un reglamento llamado "Las consuetas". Y es tan complejo que no es significa lo mismo igual número de toques y a la misma hora si se hace repicando o moviendo las campanas. Es un código que se ha perdido con la llegada a nuestras vidas de relojes, alarmas y otros mecanismos para ponernos en contacto, pero antiguamente eran la forma de saber si era la hora de comer, de levantarse o si había que recogerse antes de que cerrasen las murallas, como indica este interesante artículo de Eliseo Martínez Roig.
Hay que desterrar la idea de que las campanas sólo avisasen de eventos relativos a la religión católica (si bien muchos signos estaban ligados a esta: hora del ángelus, el repique para avisar de que empezaba la misa,
El "toque de arrebato", por ejemplo, consistía en hacer sonar la campana principal rítmicamente durante el tiempo necesario (unos diez minutos) hasta congregar a la gente en un lugar donde hubiese sucedido un siniestro (incendios, derrumbamientos, hallazgos macabros...).   Muy curiosas son las señales que se tocaban el día  anterior al entierro y su hora dependía de la hora en que hubiese fallecido el muerto. También había un toque especial que indicaba la hora de sacar a pacer el ganado...y otros muchos que puedes descubrir en este vídeo.






Antiguamente los habitantes de la Gomera salvaban las distancias y se comunicaban con un código que reproducía toques de voz y palabras a base de silbidos. Es lo que se conoce como "silbo gomero", original y único donde los haya y que se ha revitalizado hasta el punto de que en la actualidad puede estudiarse en los centros educativos canarios.

 

 ¿Te ha gustado esta entrada? Y eso que aún no hemos hablado del código de los tatuajes, de los colgantes en los pelos de los bereberes, de los penachos indios, de los canteros...La comunicación ofrece todas esas singularidades y más.

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